martes, 30 de noviembre de 2010

Destino: La Luna...

Empieza el viaje, me voy de gira con la Luna en un tour de bienvenida, objetivo: conocer al Sol y un par de estrellas, recobrar lo que había perdido y si es posible retribuir lo recibido; estoy listo, las maletas están hechas, llevo una con recuerdos, para no olvidar de donde vengo, llevo otra con ganas y paciencia, para no perderme y afrontar lo que venga, para no bajar los ánimos y competir con el mal humor si se presenta en el trayecto, llevo una maleta vacía, además, para guardar hasta reventar lo bueno que la gente me pueda dar; los pasajes están comprados, tercera clase, Agencia de Transportes "Viajo solo", primer destino: "Yo mismo", queda cerca a "Lo que fui es lo que soy", un lugar perfecto para recobrar las fuerzas, para recibir la noche y pasarla en vela, escribiendo mis memorias, olvidando las malas historias, escuchando alguna canción de Arjona; parto la próxima semana, no se que ropa usar, imagino, es lo de menos, a donde voy la gente no ve, usa los ojos para enamorar, no para criticar, la piel es superficial, la belleza es buena pero no necesaria, felizmente decidí "volverme ciego", por si las dudas llevo un saco negro y en los bolsillos algunos caramelos, son para dar consuelo, uno nunca sabe; voy a hacer de este viaje un sueño y por ello el mayor intento para no despertar, no hagan ruido, la Luna duerme, no creo que la quieran molestar; espero conseguir lo que busco y si no es así, me diré: no importa, valió la pena el gusto; intentaré fotografiar por completo el paisaje, capturar lo bonito de lo nuevo, lo malo de estar solo, voy a guardar cualquier recuerdo, quiero escribir lo que tenga en mente, si se termina el papel, tallaré en piedra las canciones; voy a sentarme frente al mar, en este viaje lo veré, estoy seguro, voy a conocerlo, a proponerle un pacto, voy a robarle inspiración y a cambio contaré las olas; le hablaré al sol, conversaré a su lado con gafas oscuras y le pediré me muestre donde empieza el día; no quiero pensar en el retorno, pues este viaje es de ida y no de vuelta, una sola dirección, varios caminos; decido, por si acaso, dejaré a un lado algún prejuicio para que nadie se vaya a incomodar con mi presencia, aprenderé a dar un abrazo en vez de la mano y si es necesario un "pico-saludo" en vez un beso en la mejilla, son muestras de afecto, total; espero, de alguna forma,  ayudar a quien me necesite, espero, de alguna forma, ser ayudado cuando lo necesite, es que es tan fácil creer, después de tanto daño, que lo que daña siempre vuelve, en este viaje, no habrá daño, en este viaje, del cual no pienso volver pronto, lo que daña no vendrá conmigo...
                                                                 
   continuará, cuando deba continuaré...

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